El asma ocupacional es una enfermedad pulmonar frecuente provocada por factores procedentes del entorno laboral. Se estima que la padecen una de cada seis personas que desarrollan asma de adultos y tiene un impacto negativo, tanto en el nivel emocional de los trabajadores, como en su productividad. 

¿Qué es el asma ocupacional?

El asma ocupacional es un tipo de asma que ocurre cuando el organismo reacciona a una sustancia presente en el lugar de trabajo. El cuerpo produce una respuesta inmunológica tras un periodo de sensibilidad al agente, que puede ir desde semanas a años y casi nunca de pocos días. 

¿Cómo distinguir entre asma y asma ocupacional?

Las siguientes características pueden alertarte de que tu asma es ocupacional:  

• Comienzo repentino de los síntomas, en caso de personas sin antecedentes de alergia. 

• Los signos o síntomas se producen al atardecer y mejoran al día siguiente, pudiendo ser sólo nocturnos. 
• La intensidad de los síntomas disminuye e incluso desaparecen durante los fines de semana y en vacaciones. 
• Puedes reconocer alguna sustancia concreta causante del cuadro.
• Otros compañeros de trabajo tienen los mismos signos o síntomas. 

¿Qué sustancias provocan el asma ocupacional?

Se han descrito más de 400 sustancias como desencadenantes de asma ocupacional, y entre las más comunes se encuentran:

• Sustancias animales, como pelaje, saliva, piel o desechos corporales. 
• Sustancias químicas, como los productos utilizados para fabricar aislantes, tapicerías o adhesivos y pinturas. 
• Enzimas, como las usadas en los detergentes.
• Sustancias vegetales, como las de los cereales, la harina o el algodón. 
• Proteínas, como la del látex.
• Vapores procedentes de las técnicas quirúrgicas de los hospitales.
• Metales, en especial sulfato de níquel, cromo y platino. 

Síntomas del asma ocupacional

Los síntomas del asma ocupacional son iguales a los de cualquier tipo de asma. Estos se desencadenan por el estrechamiento e inflamación de las vías respiratorias, lo que obstaculiza la entrada y salida de aire. Las señales más habituales son:

• Tos.
• Sibilantes.
• Falta de aire.
• Opresión en el pecho.
• Dificultad para dormir debido a los síntomas anteriores.

El progreso de la enfermedad puede hacer que los signos o síntomas ocurran durante las 24 horas del día, llegando en las últimas etapas a desarrollarse también en presencia de otros alérgenos frecuentes, como humo o polvo. 

Si el asma ocupacional no se trata de manera adecuada los pulmones pueden sufrir daños permanentes. Un diagnóstico precoz nos permite disminuir la gravedad de la alergia y detectar el agente causante cuando antes, evitando así la exposición a él y la evolución de la enfermedad.

Cómo actuar ante un ataque de asma ocupacional

Si crees que estás sufriendo un ataque de asma en el trabajo, te recomendamos seguir las siguientes pautas:

• Mantén la calma y notifícalo a algún compañero.
• Siéntate derecho.
• Utiliza tu inhalador de rescate.
• Si no notas alivio, contacta con el servicio médico.

En caso de que tengas cualquiera de los siguientes síntomas, contacta con los servicios médicos de inmediato: 

• La falta de aire o los sibilantes empeoran con rapidez. 
• Después de usar el inhalador de rescate, no observas mejoría.
• Dificultad respiratoria incluso con movimientos mínimos. 

Una vez superada la crisis asmática y aunque te sientas mejor, es importante que contactes con tu médico para que valore la situación. 

Prevención del asma ocupacional en el trabajo

Las empresas pueden aplicar medidas de prevención del asma ocupacional. Estas medidas razonables en el trabajo ayudan a la reducción de la concentración ambiental de contaminantes, tales como:

• Tener una adecuada ventilación sobre el foco emisor.
• Limpieza y mantenimiento adecuados del lugar de trabajo.
• Sustituir agentes de riesgo por otros menos nocivos. 
• Adaptar la sustancia a formas que no se puedan inhalar.  
• Utilizar medidas de protección personal para reducir la exposición a cada agente en particular. 
• Efectuar rotaciones periódicas en los puestos de trabajo.
• Realizar controles médicos periódicos para detectar posibles sensibilizaciones.
• Implementar medidas de información y formación a los trabajadores.

En caso de cualquier sospecha de posible asma ocupacional se debe informar a la empresa y al médico para que la confirme. En caso afirmativo es necesario determinar la causa y establecer un plan de acción apropiado. Evitar la exposición a las sustancias que provocan sensibilidad es la mejor manera de evitar el asma ocupacional.

En resumen, el asma ocupacional puede aparecer en cualquier momento y la clave para poder reconocerla y paliar es la educación y la comunicación en el entorno laboral. Tomar medidas adecuadas para su prevención y saber cómo actuar, pueden ser de gran ayuda. Ante cualquier sospecha, no dudes en consultar a tu empresa y al médico. 

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Bibliografía:

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La alergia a animales es uno de los desencadenantes más comunes de los síntomas del asma en las personas con asma alérgica.

Sin embargo, esto no significa que los individuos que sufren esta condición no puedan tener mascotas, pero dependerá del grado de alergia de cada uno y de si empeoran los síntomas con la presencia del animal.  

Relación entre asma alérgica y alergia a las mascotas

El asma inducida por alergia o asma alérgica es una de las formas más comunes de asma. Ésta se manifiesta cuando un individuo entra en contacto con elementos que el cuerpo reconoce como extraños. La presencia de estas sustancias, denominadas alérgenos, produce la inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias. 

No todas las personas con alergia reaccionan a los mismos alérgenos, pero las mascotas son uno de los más frecuentes. Los síntomas se producen por ciertas proteínas que los animales tienen en la caspa (células de la piel), saliva u orina. Además, los animales pueden tener en su pelaje sustancias, como polen o ácaros, que también se encuentran entre los alérgenos habituales.

Síntomas de asma en presencia de mascotas

Las señales de asma más comunes son: 

• Sensación de opresión en el pecho.
• Tos.
• Falta de aire.
• Sibilantes al exhalar.
• Dificultad para dormir debido a los síntomas anteriores. 

¿Cómo es la alergia a los animales?

Si es posible o no la convivencia con mascotas en las personas con asma alérgica dependerá de la gravedad de la alergia. El tipo de reacción alérgica depende de los síntomas: 

1. Leve:

• Ojos enrojecidos y llorosos.
• Congestión nasal.
• Eccema o ronchas y picazón.

2. Moderada:

• Dolor abdominal.
• Sibilantes.
• Ansiedad.
• Opresión en el pecho.
• Tos.
• Dificultad al tragar.
• Palpitaciones.
• Hinchazón del rostro, los ojos o la lengua.

3. Grave o anafilaxia: 

• Reacciones cutáneas, incluidas urticaria y picazón y piel pálida o enrojecida.
• Presión arterial baja. 
• Contracción de las vías respiratorias e inflamación de la lengua o garganta, produciendo sibilantes o dificultad respiratoria. 
• Pulso débil y rápido.
• Náuseas, vómitos o diarrea.
• Pérdida del conocimiento.

¿Qué probabilidad hay de sufrir alergia a los animales?

Factores como haber convivido con una mascota a edad temprana disminuyen la probabilidad de sufrirla. En cambio, otros como tener antecedentes familiares de alergia a mascotas hacen que la probabilidad sea mayor.

¿Se pueden controlar los alérgenos de las mascotas?

En el hogar tomar una serie de precauciones puede ayudar a reducir la exposición a alérgenos y evitar los síntomas desencadenados de la alergia a animales:

• Mantener a la mascota alejada de los dormitorios.
• Durante el juego no besarla ni abrazarla.
• Lavarse las manos después de jugar con ella.
• Mantener una higiene regular del animal, con cepillados y baños frecuentes por parte de los familiares no alérgicos.
• Si la mascota vive en una jaula, mantenerla limpia y ubicarla en el lugar adecuado para evitar que los alérgenos se distribuyan por la casa.

¿Es factible convivir con una mascota siendo asmático? 

Si a pesar de tener asma quieres tener una mascota, es importante seguir las recomendaciones del apartado anterior y mantener una buena higiene y limpieza del hogar con acciones como:

• Limpiar de manera regular el polvo.
• Evitar tener mobiliario tapizado y alfombras.
• Retirar objetos donde se acumule el polvo o guardarlos en recipientes de plástico. 
• Utiliza secadora para la ropa.

Si a pesar de haber seguido todos los consejos, los síntomas de asma no disminuyen, acude a tu médico para que te informe sobre las vacunas o medicamentos contra la alergia, y si después de las diferentes opciones de tratamiento continúas sufriendo ataques de asma, es posible que la convivencia con una mascota no sea viable. 

En conclusión, a pesar de que los síntomas de asma pueden verse acentuados por la alergia a los animales, esto no quiere decir que las personas con asma no puedan convivir con mascotas, dependerá de cada individuo en particular y de la gravedad de su alergia.

Si estás pensando en tener una mascota, pero tienes dudas por tu asma, lo mejor es que consultes a tu médico para tener orientación personalizada. 

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Bibliografía:

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